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TRASTORNOS INFANTILES / HIPERACTIVIDAD
16 marzo, 2015
Marina Romero, especialista en Psiquiatría en el Hospital Carlos Haya, está disfrutando de una beca en Londres para profundizar en Psiquiatría Infantil y Neuropediatría y se halla inmersa en un estudio de investigación mundial para detectar los factores de riesgos biológicos, psíquicos, sociales y ambientales que influyen en el pronóstico de los Trastornos del Espectro Autista
Recientemente ha concedido una entrevista donde pone de manifiesto a su juicio, la poca cultura que hay de acudir a los servicios de psiquiatría infantil, ya que son escasas las unidades especializadas, y, por otra parte, no se favorece nada la investigación dentro de este campo. En palabras de Romero: “La consecuencia de tal situación es que estamos dejando de atender a una población infantil muy importante, que tiene problemas del neurodesarrollo, como son los TEA, los niños con TDAH así como los que presentan otras patologías consideradas como leves: trastornos de conducta o trastornos emocionales en la infancia, trastornos que, sin embargo, son los más prevalentes. La intervención temprana en estos niños podría prevenir muchas alteraciones en la edad adulta. Y me refiero no solo a enfermedades mentales sino también a enfermedades orgánicas, ya que un factor de riesgo muy relevante para muchas patologías inmunológicas, reumatológicas, digestivas e incluso oncológicas es la ausencia de una buena salud mental para gestionar el estrés al que estamos sometidos en nuestro día a día”.
Sobre la formación, Romero señala que la especialidad de Psiquiatría Infantil todavía no existe en España vía MIR, aunque ya está aprobada en el BOE y se prevé que dentro de unos años se implante en los hospitales. Con la implantación de la nueva especialidad, los hospitales tendrán que adaptarse y habrán de potenciar la Psiquiatría Infanto-Juvenil.
A nivel infantil en las consultas psiquiátricas a prevalecen los casos de Trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Sin embargo, los estudios demuestran que existe mayor prevalencia de niños con trastornos de conducta o trastornos de ansiedad que no llegan a las consultas de psiquiatría de la sanidad pública. Por el contrario, –según su experiencia en el ámbito privado, en Málaga–, las consultas por trastornos de ansiedad, sobre todo las fobias simples, son también muy frecuentes, si bien no superan las de TDAH.
Para Marina Romero, la detección precoz es importantísima, fundamental. Constituye, hoy por hoy, la gran meta que se persigue en la investigación. Estudiar los factores que pueden influir en la salud psíquica del niño y del adolescente permitiría actuar a tiempo para mejorar el curso de la enfermedad e incluso para evitar su aparición.
En la actualidad está trabajando en un estudio de investigación que se lleva a cabo, en los diferentes centros de referencia a nivel mundial, para detectar los factores de riesgos biológicos, psíquicos, sociales y ambientales que influyen en el pronóstico de los Trastornos del Espectro Autista. Ya existen numerosos estudios que verifican la importancia de la detección temprana en Autismo. Esta pronta detección facilita la intervención tendente a mejorar el curso de la enfermedad en muchos casos, así como el apoyo psíquico que necesitan los familiares de estos niños. Y lo mismo ocurre con el resto de patologías psiquiátricas a las que es aplicable lo de «prevenir es curar». Así que cuanto antes nos adelantemos en el diagnóstico, mayor abanico de oportunidades tendrán los niños para conseguir un adecuado desarrollo emocional.
Los niños con TDAH, ansiedad, alteraciones emocionales, TCA, entre otras, pueden llegar a conseguir una funcionalidad completa, siempre y cuando tengan un abordaje integral tanto a nivel farmacológico, como psíquico y educacional. Por otro lado, existen otras patologías –como son los TEA, la psicosis, el trastorno bipolar, los trastornos obsesivo-compulsivos en la infancia cuya recuperación funcional completa es bastante más complicada y requiere de abordaje integral durante muchos años y, a veces, casi de por vida.
Sobre el TDAH, esta experta opina: “Alguien bien formado debe saber que existen cientos de estudios de neuroimagen sobre alteraciones a nivel de neurotransmisión cerebral que ponen de manifiesto la necesidad de tratamiento farmacológico para tratar esta enfermedad. El problema no es la medicación sino la ausencia de profesionales preparados para realizar un diagnóstico médico correcto y que sean capaces de hacer el diagnóstico diferencial con otras patologías, tanto psiquiátricas como orgánicas, que pueden dar los mismos síntomas y, sin embargo, no ser un TDAH”.
Tal circunstancia puede traer como consecuencia, por un lado, un sobrediagnóstico en niños con alteraciones de conducta o simplemente con mayores dificultades escolares, que están tomando medicación sin tener esta patología; por otro lado, un infradiagnóstico, en otros muchos niños con TDAH de predominio inatento que pasan desapercibidos, ocasiona que dejen de beneficiarse de un adecuado tratamiento. La intervención en este grupo de pacientes, como en la mayoría de las patologías en la infancia, ha de ser un abordaje integral, implicando a diferentes profesionales como psicólogos, psicopedagogos y profesores. No obstante, el diagnóstico y la necesidad de tratamiento debe ser siempre bajo criterio médico, bien se trate de pediatras o psiquiatras con formación y experiencia en psiquiatría infantil. Es imprescindible ir en la misma línea para evitar que las familias reciban información contradictoria, que puede repercutir negativamente en la evolución del niño.
Marina Romero, a specialist in Child Psychiatry and Neuropediatría: “Intervening in disorders of children prevent alterations in adulthood”
Marina Romero, a specialist in psychiatry at the Carlos Haya Hospital, is enjoying a scholarship to London to deepen Children and Neuropediatría Psychiatry and immersed in a global research study to identify factors of biological, psychological, social and environmental risks influence the prognosis of Autism Spectrum Disorders
He recently gave an interview which shows in its view, the little culture there to resort to the services of child psychiatry, because there are few specialized units, and, moreover, nothing is favored research in this field. In Romero’s words: “The consequence of this situation is that we are leaving to attend a very important child population, which has neurodevelopmental problems such as ASD, children with ADHD and those with other pathologies considered as minor: behavioral disorders or emotional disorders in childhood disorders, however, are the most prevalent. Early intervention in these children could prevent many disorders in adulthood. And I mean not just a mental illness but also to organic disease as a factor of major risk for many immune, rheumatologic, digestive and even oncological diseases is the absence of good mental health to manage the stress to which we are subjected in our day to day. ”
On training, Romero said that the specialty of child psychiatry does not yet exist in Spain MIR, although it is already approved in the BOE and is expected in a few years from implanting in hospitals. With the implementation of the new specialty hospitals will have to adapt and enhance the Child and Adolescent Psychiatry.
A child level in psychiatric disorders prevalent cases of Attention Deficit Hyperactivity Disorder (ADHD) queries. However, studies show that there is a higher prevalence of children with behavioral disorders or anxiety disorders fail to consultation psychiatry public health. On the contrary, according to his experience in the private sphere, Málaga-, consultations for anxiety disorders, especially simple phobias, are also very common, if not surpass those of ADHD.
For Marina Romero, early detection is important, fundamental. It is, today, the great goal pursued in research. To study the factors that can influence the mental health of children and adolescents would act in time to improve the course of the disease and even prevent its occurrence.
Currently he is working on a research study that was carried out in different reference centers worldwide to detect the factors of biological, psychological, social and environmental risks that influence the prognosis of Autism Spectrum Disorders . Since there are numerous studies that verify the importance of early detection in autism. This facilitates early detection intervention to ameliorate the course of the disease in many cases, as well as the psychological support needed by families of these children. And so it is with other psychiatric disorders to which it applies to ‘prevention is cure “. So the sooner we get ahead in the diagnosis, greater range of opportunities children have to get a proper emotional development.
Children with ADHD, anxiety, emotional disorders, eating disorders, among others, may be able to get full functionality, provided they have a, and psychological and educational comprehensive approach to both pharmacological level. On the other hand, there are other pathologies such as TEA, psychosis, bipolar disorder, obsessive-compulsive disorders in children whose complete functional recovery is far more complicated and requires a comprehensive approach for many years and, at times, almost for life.
About ADHD, this expert says: “well formed Someone should know that there are hundreds of neuroimaging studies on alterations in brain neurotransmission that demonstrate the need for drug therapy to treat this disease. The problem is not the medication but the lack of professionals prepared to make a correct medical diagnosis and capable of making the differential diagnosis with other pathologies, both psychiatric and organic, which can give the same symptoms and yet not be a ADHD “.
Such circumstances may result, first, an overdiagnosis of children with behavioral disorders or just with higher learning difficulties, who are taking medication without this condition; On the other hand, underdiagnosis, in many children with ADHD predominantly inattentive that go unnoticed, causes cease to benefit from treatment. The intervention in this group of patients, as in most diseases in childhood, must be an integrated approach, involving different professionals such as psychologists, psychologists and teachers. However, diagnosis and need for treatment should always be under medical judgment, whether it be pediatricians or psychiatrists trained and experienced in child psychiatry. It must be in the same line so that families receive contradictory information, which may adversely affect the child’s development.
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