EL ENVEJECIMIENTO CEREBRAL
Vol. 346 no. 6209 pp. 566-567
DOI: 10.1126 / science.346.6209.566
- INTRODUCCIÓN A LA EDICIÓN ESPECIAL
El envejecimiento cerebral
¿Hay que tener en cuenta el envejecimiento de una parte natural de la vida o una enfermedad? Cuando se trata de el cerebro, la investigación ha tendido a centrarse en el lado negativo de la enfermedad de envejecimiento-Alzheimer, por ejemplo. Sin embargo, todos sabemos las personas que siguen siendo la agudeza mental durante toda su vida. Y la historia ofrece repetidamente prueba Tiziano, Sócrates, Leonardo da Vinci, y así sucesivamente-que gran creatividad y perspicacia puede venir con la madurez.
Este número especial de la ciencia , por tanto, mira a los mecanismos y contextos del envejecimiento cerebral exitoso. La trayectoria de desarrollo del cerebro a través de toda la duración de la vida se ve afectada por factores genéticos, físicos y psicológicos. Una cosa que ya sabemos es que nuestras vidas mentales se benefician cuando llevamos vidas que no sólo son saludables físicamente sino también intelectualmente desafiante y comprometido socialmente (Lindenberger, p. 572 ).
A medida que envejecemos, nuestros cerebros se reorganizan constantemente en respuesta a las nuevas experiencias. Incluso después de los eventos físicos o psicosociales adversos, como un derrame cerebral o la muerte repentina de un ser querido, hay un sorprendente nivel de flexibilidad en el cerebro que permite a un individuo para compensar y ajustar (Gutchess, p. 579). De hecho, los sistemas de lenguaje del cerebro, responsables de algunos de los más ricos de las interacciones humanas, tienen una capacidad de resistencia incorporado que asegura que siguen siendo en gran medida robusta largo de la vida (la Fuente y Quintin y Tyler, p. 583 ).
A pesar de que muchos investigadores están estrechamente observando cómo las personas de edad cognitivamente (Underwood, p.568 ), envejecimiento de la población tiene consecuencias globales para las economías y las sociedades (Harper, p. 587 ). Estas transformaciones demográficas tienen que ser más ampliamente discutido mucho si las sociedades se conviertan en bien preparados, tanto mental como a nivel institucional, para los desafíos que presentan.
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Ciencia 31 de octubre 2014:
Vol. 346 no. 6209 pp. 568-571
DOI: 10.1126 / science.346.6209.568
- NOTICIAS
EL ENVEJECIMIENTO CEREBRAL
Comenzando joven
En 1932 y 1947, investigadores de la educación de Escocia con la esperanza de medir y hacer un seguimiento de inteligencia de la nación requiere casi todos los 11 años de edad en el país para tomar un test de inteligencia, una evaluación a nivel nacional rara llamó las Encuestas Mental escocesas. Cerca de 50 años después, más de 1.000 miembros sobrevivientes de este grupo, llamado la cohorte de nacimientos de Lothian, fueron invitados por el psicólogo cognitivo Ian Deary a tomar la misma prueba, para ver si habían mantenido su ingenio juvenil o habían comenzado a mostrar el deterioro cognitivo. Después de readministración de la prueba y una gama de otras evaluaciones cognitivas y físicas más de 10 años, Deary y sus colegas han encontrado que el nivel de una persona de inteligencia a los 11 años es el más potente predictor de la edad avanzada cognitivo-no capacidad dieta, el compromiso social, o cualquier otra actividad virtuosa. Aunque los estudios de Lothian no descartan los beneficios potenciales de las intervenciones de la vida tardía, que ponen de relieve una importante lección sobre el envejecimiento cognitivo: Para hacerlo bien, tienes que empezar joven.
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- NEWS
THE AGING BRAIN
Starting young
In 1932 and 1947, Scottish education researchers hoping to measure and track the nation’s intelligence required nearly every 11-year-old in the country to take an IQ test, a rare nationwide assessment called the Scottish Mental Surveys. About 50 years later, more than 1000 surviving members of this group, called the Lothian Birth Cohort, were invited by cognitive psychologist Ian Deary to take the same test, to see whether they had maintained their youthful wit or had begun to exhibit cognitive decline. After readministering the test and a range of other cognitive and physical evaluations over 10 years, Deary and colleagues have found that an individual’s level of intelligence at age 11 is the most powerful predictor of late-life cognitive ability—not diet, social engagement, or any other virtuous activity. Although the Lothian studies don’t rule out the potential benefits of late-life interventions, they underscore an important lesson about cognitive aging: To do it well, you need to start young.
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En Ciencia Revista
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- NTRODUCTION TO SPECIAL ISSUE
The Aging Brain
Should we consider aging a natural part of life or an illness? When it comes to the brain, research has tended to focus on the negative side of aging—Alzheimer’s disease, for example. Yet all of us know individuals who continue to be mentally sharp their whole lives. And history repeatedly offers proof—Titian, Socrates, da Vinci, and so on—that great creativity and insight can come with maturity.
This special issue of Science therefore looks at the mechanisms and contexts of successful brain aging. The developmental trajectory of the brain through the entire life span is affected by genetic, physical, and psychological factors. One thing we know already is that our mental lives benefit when we lead lives that are not only physically healthy but also intellectually challenging and socially engaged (Lindenberger, p.572).
As we age, our brains constantly reorganize in response to new experiences. Even after adverse physical or psychosocial events, such as a stroke or a loved one’s sudden death, there is an astonishing level of flexibility in the brain that enables an individual to compensate and adjust (Gutchess, p. 579). Indeed, the language systems of the brain, responsible for some of the richest human interactions, have an inbuilt resilience that ensures that they remain largely robust across the life span (Shafto and Tyler, p. 583).
Although many researchers are closely watching how individuals age cognitively (Underwood, p. 568), aging populations have global implications for economies and societies (Harper, p. 587). These demographic transformations have to be much more widely discussed if societies are to become well prepared, both mentally and on an institutional level, for the challenges they present.
INEFABLE 